MAGNIFIT - Entrenamiento Personal

¿TIENEN LOS CORREDORES UN MAYOR RIESGO DE SUFRIR ARTRITIS EN SUS RODILLAS?

Publicado por Magnifit el 20 de agosto de 2014

¿TIENEN LOS CORREDORES UN MAYOR RIESGO DE SUFRIR ARTRITIS EN SUS RODILLAS?
Una de las creencias más arraigadas relacionadas con la carrera, al menos entre los “no corredores” es que causa artritis y daños en las rodillas.

Pero un reciente estudio ha demostrado que esta idea puede ser falsa y tratarse de un mito, de modo que los  corredores de larga distancia  tendrían pocas probabilidades de desarrollar artritis, precisamente,  y de manera paradójica, porque dedican muchas horas a hacer aquello que más les gusta, como es correr.

Es fácil entender por qué se piensa que la  carrera puede dañar la articulación de la rodilla, ya que tras cada paso importantes fuerzas balísticas de reacción pasan por dicha articulación. El sentido común nos dice que la aplicación repetida de dichas cargas sobre la articulación contribuirá a la degradación de su cartílago protector, conduciendo a la tan temida artritis.

Pero muchos de los estudios existentes realizados sobre corredores nos muestran que, siempre y cuando sus rodillas estén sanas para comenzar a entrenar, correr no incrementa el riesgo de sufrir artritis, incluso entre los corredores de mayor edad.  Por ejemplo, disponemos de un impresionante estudio realizado sobre unos 75.000 corredores y publicado el pasado mes de julio (Williams, PT, 2013) donde no se encontraron evidencias de que la carrera incrementara el riesgo de sufrir osteoartritis, incluyendo la participación en maratones. De hecho, los participantes corredores en este estudio tenían menos riesgo de desarrollar artritis que aquellos individuos que eran menos activos.

Para todos aquellos que aún golpean el pavimento y lo van a seguir haciendo a pesar del paso de los años, parece ser un mito que las rodillas necesariamente se deteriorarán si se continúa corriendo.

Entonces, ¿por qué los corredores no sufren de artritis en sus rodillas?...

Cómo la carrera combina la presencia de elevados picos de impacto con un bajo riesgo de sufrir artritis se considera algo enigmático. Un nuevo estudio (Miller RH& cols, 2013) indaga desde un punto de vista biomecánico sobre qué sucede cuando corremos, y lo compara con el caminar, y proporciona una valiosa explicación sobre el por qué muy pocos corredores desarrollan artritis de rodilla.

No fue nada sorprendente comprobar que los sujetos participantes en el estudio impactaban contra el suelo con fuerzas de hasta 8 veces su peso corporal mientras corrían, y dichas fuerzas se reducían hasta sólo 3 veces su peso corporal durante la marcha. Pero se impactaba sobre el suelo con menor frecuencia durante la carrera, por el simple hecho de que sus pasos eran más largos. De modo que se requerían menos impactos para recorrer la misma distancia corriendo que marchando. Además, los corredores sufrían los impactos durante un menor periodo de tiempo que cuando caminaban, porque el pie permanecía menos tiempo en contacto con el suelo en cada paso.

Los investigadores encontraron así que la cantidad de fuerzas que atravesaron las rodillas de los sujetos sobre una distancia dada eran equivalentes tanto para la marcha como para la carrera. De hecho, el Dr. Miller afirma que los resultados de su estudio sugieren que la carrera podría ser una actividad potencialmente beneficiosa contra la artritis.

Existen ciertas evidencias de que el cartílago se beneficia ante cargas de tipo cíclico, es decir, aquellas que son aplicadas sobre la articulación, cesadas, y aplicadas de nuevo. En estudios realizados con animales las cargas cíclicas estimulan la división celular y renovación de los tejidos, mientras que las cargas de carácter no cíclico, de aplicación continua de la fuerza, sobrecargaban el tejido cartilaginoso y causaban más muerte que renovación celular.
<< Volver